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martes, 17 de noviembre de 2009

La bancadita de Josefina Vázquez Mota

Hugo Páez

¿Qué tan efectiva puede ser una bancada parlamentaria, por cierto la segunda más fuerte de la Cámara de Diputados, si no pudo librar siquiera uno de los tres proyectos de desaparición de secretarías, propuesto por Felipe Calderón?
Del la segunda semana de septiembre a la fecha, cuando el presidente explicó el proyecto de recorte del gasto que incluía la desaparición de Turismo, Reforma Agraria y la Función Pública, las prioridades pudieron cambiar, sin embargo, a solo dos meses, habla de dos posibilidades: una enorme incapacidad de operación de la bancada de Josefina Vázquez Mota con sus 143 diputados ó de una ligereza del ejecutivo a la hora de proponer acciones contra el boquete financiero de 300 mil millones de pesos.
Quiero imaginar que la decisión de recortar tres secretarías es producto de un análisis profundo, muy profesional, aún cuando sus funciones primordiales se incorporen a otras, y no solamente fue una puntada para cubrir un faltante de ingresos. Digamos que desaparecer la Secretaría de Turismo, que es una alternativa con enorme potencial futuro en México, por lo tanto una opción sólida para depender menos de los ingresos petroleros, debió ser producto de estudios que pusieron sobre el escritorio de Felipe Calderón los elementos para decir: va, la Secretaría desaparece como tal y solo las funciones primordiales se integrarán a la de Economía; por lo tanto, baja de nivel de importancia en los proyectos de nación.
Seguramente las bancadas del PRI (237) y el PRD (71) ponderaron el riesgo, sin embargo, el hecho de que una Secretaría tan falta de resultados, como es la Función Pública, no mereciera su aval para desaparecerla, habla de que la posición de los dos grandes partidos opositores a la propuesta federal es más producto de una lucha de poderes, que de una defensa de lo más conveniente para México.
Una de las posiciones incomprensibles del PRI y la resistencia cero del PAN, en el presupuesto de Egresos, es la Cédula Única de Identidad. De no ser rescatada en la aprobación a detalle del presupuesto, será postergada, aún cuando es uno de los proyectos básicos para el combate al crimen organizado.
La credencial con medidas biométricas de sangre, ADN, lectura de iris y huella digital la hacen altamente confiable y las bondades a mediano y largo plazo son exponenciales. Los argumentos en contra son a corto plazo, es la típica visión de urgencia que ha mantenido al país en el tercer mundo, en la solución de lo inmediato y la postergación de lo trascendente como método de gobierno. Pero eso sí, de recortar los gastos de los partidos, ni hablar.

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