Hugo Páez
La prioridad de Fidel Castro es asegurar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador como el candidato único de la izquierda mexicana. Ya mas adelante retomará la distancia necesaria para no contaminar mas su imagen, y evitar escalarlo de “Peligro para México” a “Peligro para América”.
Indudablemente el comandante está reviviendo la teoría del complot que tanto benefició al ex candidato mexicano; nada es a la ligera con el líder cubano, menos cuando se trata de nuestro país. Su preocupación delata que ve en Marcelo Ebrard un peligro real para la candidatura de unidad de su favorito, vital para la competencia presidencial en el 2012, que ante la posibilidad de no ser el mejor posicionado en las encuestas como se comprometió a respetar, Andrés Manuel demostró de nuevo que cuando la ver perdida, arrebata. Te apoyo, dijo Fidel.
Fidel Castro siempre cuida sus palabras, lo que algunos pueden ver, bajo otra perspectiva como una maldición útil para los opositores del Peje, en realidad lo que hace el líder cubano es golpear a cualquier otro contrincante de izquierda que se le oponga a López Obrador, y el mas visible de todos es Marcelo Ebrard. No va a dudar en estar mas presente en la elección presidencial de México, ya no tiene el compromiso de frenarse por las relaciones de complicidad que llevó con los gobiernos priistas.
López Obrador fue muy cuidadoso al contestar las alabanzas del comandante, solamente valuó su tamaño internacional y su liderazgo, y aclaró que no comulga con su pensamiento, ni forma de gobernar. Pero Fidel no es Hugo Chávez, sus palabras siempre son calculadas con el profesionalismo, el tino, y la efectividad que le ha permitido sobrevivir al frente del gobierno durante mas de 40 años y soportar un bloqueo económico al que algunos califican como favorable para consolidar su permanencia.
La bendición de Fidel a López Obrador da otra dimensión a la contienda electoral del 2012, que ya promete ser la mas competidas de la historia, y que toca proyectos intercontinentales como el combate a las drogas encabezado por Estados Unidos y las alianzas entre países latinoamericanos llamada grupo Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), aparentemente encabezado por Hugo Chávez, pero que en el fondo controlan los hermanos Raúl y Fidel Castro.
Fidel aplica su fuerza en el punto cardinal mas sensible a sus Reflexiones: la izquierda mexicana. Como buen dictador ahí puede imponer su opinión y convertir lo contrario en sacrilegio. ¡Vaya golpe para Marcelo!... pero no está manco.
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