Hugo Páez
● Ernesto Cordero con la chequera en la mano no se le resistirán ni los gobernadores del PRI
● Josefina Vázquez Mota acelera campaña de Lujambio y podría dividir a los calderonistas
● Separados PAN y PRD ya tienen voto dividido, como dice encuesta de Gabinete Estratégico en un muestreo muy verde de la alianza
● Calderón “olvida” renuncia de aspirantes del gabinete
● Josefina reune a mil 400 empresarios en tierra de Moreno Valle
La estrategia para crecer al PAN está dando resultado. Todavía en la mitad del año pasado Acción Nacional era una imagen tenue comparada con el 2000 el 2006, sin embargo, el destape prematuro de Santiago Creel Miranda rompió inercias y calentó los ánimos para llegar al punto de ebullición que marcó el discurso de Felipe Calderón el sábado 5 de marzo.
Indudablemente el destape "contundente", como le llamó Josefina Vázquez Mota el martes, agrega opciones y acapara tiempo en medios de comunicación a favor del partido que el embajador Carlos Pascual hacía casi muerto en el 2009, según cable de WikiLeaks.
Pero no se vaya con la finta, el verdadero punto de apoyo que apalancará la candidatura mas fuerte es la Secretaría de Hacienda, casualmente en manos de Ernesto Cordero ¿quien se opone a la chequera de Hacienda? ni los gobernadores del PRI. La lana es la lana y en la reserva hay como nunca, y por si fuera poco, los precios del petróleo se sostendrán arriba del considerado en el presupuesto por largo rato.
Sin una aparente definición de candidato favorito, el presidente Felipe Calderón prepara el terreno, Santiago y Josefina son los punteros en las encuestas, en ese orden, pero con mucha distancia entre los dos, sin embargo, después de dejar ambiguedades, la diputada va a acelarar su crecimiento entre los calderonistas que no ven señales claras en su grupo, hasta que lo decida el presidente.
Josefina apuesta a crecer con rapidez para demostrarle al Felipe Calderón que es su opción real, así sin confuciones, a la vieja usanza priista en la que el primer mandatario era el primer y único elector en la toma de decisiones, aun cuando en Los Pinos tomó el papel de garante de una contienda pareja, cosa que Santiago Creel no toma a pecho y se lo recuerda a cada rato.
La coordinación parlamentaria le da ventaja a Josefina sobre otros aspirantes ajenos al gabinete, o cualquier secretario que cumpla con el requisito de Calderón y renuncie al cargo. En Puebla le organizaron un evento con empresarios al que asistieron mil 400 personas, un éxito en reuniones de esta materia, en terrenos de Rafael Moreno Valle que se supone hace equipo con Max Cortazar, el ex vocero de presidencia que opera para la imagen de Ernesto Cordero.
La salida de Josefina va a acelerar la campaña de Alonso Lujambio con una probable división del calderonismo en diferentes grupo, hasta que salga Ernesto Cordero quien seguramente espera el escenario del Estado de México para plantear estrategias con datos reales, frente a un contrincante priistas super reforzado o un partido debilitado en la madre de todas las batallas preliminares.
Tal vez el presidente olvidó el requisito de la renuncia del gabinete porque el Secretario de Educación Alonso Lujambio y el del Trabajo Javier Lozano Alarcón gritan a los cuatro vientos que van por la grande. Ayer el titular de Sedesol Heriberto Félix Guerrra, cuñado de Manuel Clouthier Carrillo aseguró que “no se corta las alas”.
La estrategia se llama hacer ruido para meterse a los medios y crecer la presencia del partido, quitar el sabor a derrotas que dejó el 2009 y endulzar con las alianzas funcionales.
Los brincos de los candidatos internos, después de la recomendación de Felipe Calderón en el Consejo Nacional, para que se abra el partido a aspirantes externos, aún cuando sea de otro partido, sirve en el umbral de la elección del Estado de México. Gabinete Estratégico de Federico Berrueto, presentó una primera encuesta en la que aparentemente panistas y perredistas rechazan una alianza. En los dos partidos se tomó como ataques a la consulta en puerta del 27 de marzo. Aparente rechazo porque en las dos combinaciones, aproximadamente la mitad de los panistas no votarían por un candidato del Sol Azteca, ni los perredistas por un albiazul, pero el planteamiento es tramposo porque de ir separados el resultado es el mismo: voto dividido, por lo tanto, la coalición siempre tendrá un elemento de suma, no de resta, y a partir de la selección del candidato los equipos tendrán que demostrar trabajo político para vender la tesis de un acuerdo PAN - PRD.
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