Hugo Páez
Toda una reputación por reconstruir tiene por delante Silvano Aureoles, después de pecar de colaborador con la bancada de Manlio Fabio Beltrones en la Cámara de Diputados.
Derribar algunas vallas alrededor de San Lázaro, con la evidente facilidad otorgada por un grupo de seguridad que no ofreció la menor resistencia, lo regresa a la rebeldía exigida en los legisladores de izquierda.
Silvano aprovechó la inconformidad vecinal por los torpes movimientos del despliegue policiaco, y se envalentonó ante las declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados Jesús Murillo Karam que, cuando menos en teoría, abre el telón que facilitaría a los seguidores de MORENA plantarse desde ahora en la sede del cambio de los poderes presidenciales.
Desde la separación de Andrés Manuel López Obrador los Chuchos y el PRD tendrán que probar que no son una versión descafeinada de la izquierda, ni un Frankenstein formado con partes de viejas militancias priistas, y que en realidad la salida del ex candidato presidencial fue como extirpar la esquizofrenia que provocó miedos y no los dejó llegar a la meta.
En la pasada legislatura el senador Aureoles caminó al ritmo de Beltrones en las posturas importantes, dio algunos pasos por su cuenta para recordar la autonomía de la izquierda, ahora al abrir la legislatura inició con un choque brutal contra legisladores del Frente Progresista de Izquierda que intentaron agredir a Jesús Murillo Karam al tomar la tribuna de San Lázaro el 28 de septiembre en protesta por la Reforma Laboral.
El banderazo conflictivo de la legislatura al calor de la Reforma Laboral provocó que las perredistas Karen Quiroga y María Guadalupe Moctezuma Oviedo tacharan de traidor a Silvano Aureoles al abandonarlos en la toma de la tribuna, y de alguna manera facilitar que Murillo Karam desde el balcón dirigiera la votación en el pleno.
Esos saldos fueron desastrosos para Aureoles al interior de las izquierdas. Quiroga y Oviedo promovieron desbancarlo de la coordinación parlamentaria, además de confirmar que la migración de legisladores a MORENA, aun antes de ser partido, será la verdadera oposición del Frente Progresista contra las iniciativas de Enrique peña Nieto, toda vez que Gustavo Madero reafirmó la disposición casi incondicional del PAN para sacar las reformas del grupo parlamentario del PRI.
Aureoles protagonizó ayer el presunto rescate del espacio público alrededor de San Lázaro. La incursión fue aterciopelada, protagonizada para las cámaras de televisión y para meterle ese ingrediente opositor que les está arrebatando Andrés Manuel a pasos agigantados.
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