Hugo Páez
“Miguel Ángel Osorio Chong es mejor que muchos secretarios de Gobernación”, me dijo María Elena Morera el 15 de julio, lo publiqué al día siguiente (http://goo.gl/IlbNp4). En esos días el coro pedía a gritos la renuncia del titular de Segob por la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
No sé si ahora piense igual.
El Martes pasado, a más de un año de la renuncia de Ángel Aguirre Rivero, Osorio denuncia negligencia del ex gobernador de Guerrero y su interino Rogelio Ortega en la preparación de las fuerzas policiacas del estado.
El estatus en la investigación de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos entre Iguala y Cocula sigue apuntando a las policías locales, señaladas desde inicio, sin embargo, el Secretario de Gobernación jamás reclamó al Procurador Jesús Murillo Karam, ni a la actual Arely Gómez González por no llamar a declarar a Aguirre Rivero, el responsable en el estado de las importantísimas primeras horas y primeros días de la investigación del caso que exhibió a México en el mundo como una bestia en derechos humanos.
El proyecto de nación que todos deseamos choca con la agenda política de los funcionarios públicos. Los más destacados, con una corte de apologistas en los medios de comunicación que justifican una presunta corrección política.
¿Porque señala Osorio Chong a destiempo a Aguirre Rivero y Rogelio Ortega..? ¿Porque no señaló en su momento a Fausto Vallejo y a su hijo Rodrigo en contubernio con Servando Gómez “La Tuta” en Michoacán..?
Cual es el compromiso electoral con Mario López Valdez en Sinaloa al no tocarlo con la menor crítica cuando “El Chapo” Guzmán gozaba de una cómoda movilidad entre la capital y el puerto más importante de su estado en la segunda captura, y el regreso del capo a la misma entidad donde se siente protegido, horas después de la fuga del penal del Altiplano.
El Secretario de Gobernación cuida sus tiempos políticos y los de su partido. En Michoacán mantuvieron a Vallejo para evitar una elección prematura e insacular a Salvador Jara como interino, posteriormente premiado con una subsecretaría en Educación Pública de Aurelio Nuño Mayer.
En la Veracruz de Javier Duarte de Ochoa es igual, la historia se repite en Tamaulipas de Egidio Torre Cantú y en Chihuahua de César Duarte Jáquez, por citar a los más “destacados”.
Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega en estos momentos son funcionales, piezas de campaña, nada más.
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